5 de junio de 2010

Bienvenido Doctor Rock

Apenas hace algunos días, en una de nuestras comunicaciones esporádicas, de esas que nunca sobran, como muchas veces iban y venían correos y terminé posteando una conversación con mi gran amigo de toda la vida conocido por ustedes como Dr. Rock. En esa oportunidad lo invité a participar, aunque fuera eventualmente en este humilde blog. Afortunadamente y después de muchas gestiones por parte de nuestra jefatura, aquí lo tienen, señoras y señores, con ustedes, el Dr. Rock.
Aponcho

Muchas gracias Aponcho por tus palabras,
Nunca voy a olvidar esas tardes rockeras que nos mandábamos con mi vecino en el estacionamiento de autos de su casa que había sido remodelado como una habitación cerrada y recluida del mundo exterior. Era un bunker de ladrillos con una puerta y una ventanita que nos servia para respirar aire fresco y dejar salir la humadera que a veces era brutal pero al mismo tiempo placentera y llena de alucinaciones y la cual no podíamos dejar abierta por mucho rato ya que en nuestro bunker bullía el rock a todo dar de los grandes maestros y representantes de ese estilo musical que hasta hoy son reconocidos mundialmente.
Que paraíso teníamos allí, pickup, o sea tocadiscos, (MP3 Player hoy en día) y una extensa variedad de discos de vinilo que nos prestábamos entre todos para escucharlos y luego comentarlos en las fiestas.
En esos tiempos empezaba ya la guerra de la tecnología que lentamente pero con pasos avanzados hacia el futuro introducía el cassette y el walkman, un aparato de audio, que permitía a la gente no solo escuchar su música a cada momento y donde se quisiera, sino también a solas y sin perturbación ni comentarios de ninguna especie.
Hoy se llaman celular, iPod, MP3 Player y conseguir música es una cuestión de segundos gracias al Internet.
En nuestra época, tener un disco de vinilo, era como tener la joya mas valiosa del mundo, mas aún si era prestado, ya que, una sola rayadura en el disco significaba pagarlo y mas importante aún era el poder oírlo en conjunto, en grupos y vacilarcelo complete hasta la ultima canción, una y otra vez.
Fuimos testigos vivientes de la mayor revolución musical del mundo hasta ahora, que comenzó con un movimiento de barco al mando del primer capitán llamado Roy Brown.
Con el mismo ánimo de entonces, de disfrutar el buen rock y discutirlo con amigos, es que he aceptado la invitación de mi gran hermano Aponcho a unirme a su blog y comentar a mi modo de ver los grandes y no tan grandes archivos del Rock.
Gracias Aponcho y un saludo a todos los amigos de Aponcho Rock y a continuación les dejo mi primer aporte a este maravilloso proyecto, Barón Rojo y su Volumen Brutal.

Dr. Rock

3 comentarios:

Aponcho dijo...

Lo dije y lo repito, bienvenido Dr. Rock!
Espero impaciente tu aportes a este blog.
Saludos!

Celso Loos dijo...

Dr. Rock

Uma dose - endovenosa - de Rock and Roll legítimo.

Não aceito genéricos.

Anónimo dijo...

Bienvenido Dr. Rock, es bueno encontrar nuevas visiones y entretenidas.-
Me encanto los ringtone de películas 4A